viernes, 8 de enero de 2016

Borrego del siglo XXI





Juguemos a creer que somos felices o a fingir que lo creemos, esforcémonos por hacer real una mentira, aunque sea por respeto a nosotros mismos. Vivimos en una paradoja que además, nos ha sido impuesta y todos sonreímos agradecidos por tal cortesía.

Cuantas veces se escucha: “Soy feliz, estoy bien, qué más puedo pedir… y tengo que dar las gracias”… y del que pide se dice que es un loco o un desagradecido o las dos cosas.
Y es que en el país de los ciegos, el tuerto es el rey, y ninguno de éstos se caracteriza por ser el más osado.

¿Por qué hay que conformarse? ¿Por qué es esta vida la que se debe llevar? ¿Quién decide eso y por qué esa gran personalidad tiene más poder sobre mí que yo?

Trabajar y consumir en sociedad, pero consumir saludablemente porque el ejercicio y lo referente a lo orgánico y lo bio  es primordial. Sé asertivo, sé saludable, mantente en forma, sé optimista, sé trabajador y luchador, pero eso no basta, has de ser también emprendedor, creativo, auto-motivador, empático, resiliente, líder.

Estudia mientras trabajas porque es imprescindible formarse cada día y aprende a lograr todo esto manejando el estrés, pero por favor añádele un punto de deporte y mindfulness para conseguir el equilibrio perfecto para tu mente – cuerpo – alma, porque además no hay que descuidar a los amigos, ni la familia, porque si no, no eres más que un ser insignificante adicto al trabajo.

El equilibrio perfecto, el hombre perfecto en las no-mejores circunstancias. El borrego del siglo XXI... ¿Y nadie siente que en todo este espectáculo se está perdiendo la vida?

La sociedad, queriendo o sin querer, te manda un solo mensaje: Sé borrego. El borrego perfecto, el borrego del siglo XXI. Así que hoy lanzo una flecha por todos aquellos que ansían algo más, que necesitan romper moldes, porque hacen que (al menos) mi vida vea algo de luz en las nubes.

MoniK

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